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30.10.06

Crónica desde el Cairo

No recuerdo, y ahora no puedo mirarlo, si os hablé del tráfico del Cairo y de las dificultades de cruzar las calles... Leyendo la crónica de Kim Amor he vuelto a recordarlo, y es que cruzar la calle es, quizás, de lo más llamativo, uno de los recuerdos (junto con el de los taxis) que se te queda grabado por tiempo...

Peatones toreros a orillas del Nilo

KIM Amor www.elperiodico.es

A veces uno se siente torero en El Cairo. No porque deba lidiar astados, sino porque hay que utilizar ciertos pases taurinos para evitar las cornadas de los vehículos. Aquí hay que aprender a ser peatón. No es tarea nada fácil. Como en el mundo de los toros, antes de tomar la alternativa es necesario haberse jugado previamente la vida.Lo primero que un peatón debe saber de esta ciudad es que las aceras, entendidas como vías limpias para pasear, escasean, por no decir que son prácticamente inexistentes. Es como si un ruedo no tuviera barrera. Son tantos los obstáculos que hay que sortear que, a veces, es preferible saltar a la arena, al terreno del enemigo, al de los vehículos. Eso sí, bien pegado al tendido, a una de las dos orillas de la calle y, a poder ser, viendo venir de frente a los coches, nunca de espaldas a ellos.

Una vez en el asfalto, llega lo más difícil, cruzar la calle. Es cuestión de andar con mucho tiento. Las avenidas del centro de la ciudad son las más complicadas, siempre atestadas de coches, autobuses, microbuses y motocicletas que intentan abrirse paso a bocinazos entre un tráfico loco y desordenado y algunos carros tirados por mulos. Es aquí cuando es necesario sacar el capote y, en ocasiones, hasta un buen par de banderillas. De poco sirven, por no decir de nada, los pasos de zebra, como tampoco hay que fiarse de los semáforos, pura decoración urbana.

Esperar el momento adecuado, aquel que te brinda la oportunidad de cruzar sin riesgo alguno, es tiempo perdido. Puede que tengas suerte y que te topes al poco rato con ese instante, pero no es lo normal. O que el guardia de tráfico de turno, si es que lo hay, te eche amablemente una mano y asuma el riesgo de plantarse en medio del asfalto --como los subalternos en la plaza-- para detener a los astados rodantes.Pero eso raramente ocurre. Así que, si uno no quiere quedarse por tiempo indefinido como un clavo, debe tomar la iniciativa y acabar lo antes posible con la faena. Como los buenos matadores, hay que ser decidido, aguerrido y siempre audaz. Hay que lanzarse sin temor, pero con respeto, sobre el enemigo. Pero ojo, no de cualquier manera.Una de las técnicas utilizada por un sabio colega, experimentado en estas lides, es la siguiente: Extender el brazo hacia adelante y no bajarlo mientras se camina. Hay que mirar fijamente a los ojos del conductor que se avecina. Jamás hay que vacilar porque en ese caso el que va al volante intentará esquivarte, y te obligará a hacer un pase de pecho para eludir la cornada. Lo mejor es plantarte con gallardía frente al morro del vehículo, que seguro que se detiene.

Este sistema sirve únicamente cuando el tráfico es muy denso y lento. Otro cantar es cuando hay que atravesar un avenida rápida, como algunos tramos de la Corniche, que circula bordeando El Nilo. Es como si el matador saltase al ruedo a pelo. Ahí lo único que sirve son unas buenas piernas. Lo más aconsejable, de todas maneras, es evitarlas, sobre todo de noche, porque muchos vehículos ni siquiera circulan con luz y, como los astados, son capaces de envestir a cualquiera.

La verdad es que poco más se puede añadir a lo que él dice; andar por las aceras a veces es un alivio, otras veces el alivio es bajarte de ellas y dejar así de encontrar obstáculos que ir saltando. Claro que la distancia de la acera a la calzada es tan considerable que has de tener una buena condición física, estar aquí con agujetas es una auténtica tortura!

La técnica de mirar a los ojos del conductor funciona... cuando el conductor quiere que funcione. Lo de ir con el brazo extendido no lo he probado, ya bastante tonta te sientes esperando tu oportunidad como para encima parecer una momia!! De hecho, tenemos un video grabado en el que tardamos una eternidad en poder cruzar la calle de nuestra escuela, y cuando lo hacemos se nos ve corriendo como posesas!!


Eso sí, hasta aquí te encuentras la típica amabilidad árabe... y es que más de uno nos ayudó a cruzar... a veces te veian esperando y aunque ellos acabasen de cruzar te hacían el ademán de ayudarte a pasar (bueno, nosotras esperábamos el taxi, no es cuestión de ir al lado contrario, pero se agradece!). De los guardias mejor no hablar... y de atravesar la calle de la Corniche... bueno, una y no más!!! Es preferible y más sano coger un taxi que te cruce!!!

5 comentaris:

Anònim ha dit...

¡Habrá que comprarse una pértiga, practicar y saltar con eso de acera a acera!
besos, guapa

Anònim ha dit...

Me recordó un video que corría por internet del tráfico en la India, una locura!.
Saludos

sonia ha dit...

ya recuperada y de nuevo en movimiento, eh? un abrazo desde más cerca...

Amina ha dit...

Ostres, acabo de llegir la crònica del Kim Amor que vas posar ahir al blog. No sé com s'ho fa aquesta persona, però quan parla de El Caire és talment com el recordo, i això que només ens hi vam passar dues setmanes i que, com si diguéssim, no sortíem molt més enllà de Khan el Kalili, tot i que vam estar per carrers molt transitats i en plena nit. Només cal recordar el dia que vam anar en plena nit davant del Nile Cairo i vam haver de travessar l'avinguda per anar a les barquetes hiperil·luminades de "fira" amb l'Anna. El primer tram ens va parar el trànsit un policia; el segon ens vam haver d'espavilar. O també és digne de recordar el dia que ens vam enfilar pel centre comercial buscant una shisheria de la guia i se'ns va fer fosc. Encara no sé com en vam poder sortir (i més, tenint en compte que t'havia de guiar jo i, en aquest sentit, tu sempre eres més decidida que jo!).
M'ha fet molta gràcia una frase que has posat: "Lo de ir con el brazo extendido no lo he probado, ya bastante tonta te sientes esperando tu oportunidad como para encima parecer una momia!!". És boníssima!
En fi, has estat molt maco recordar aquesta ciutat tan sorollosa, bruta i plena de moviment que, com diu el Mustafa, acaba tenint un encant especial. Si mai anem a la Índia, on diuen que encara és pitjor, ja estarem més preparadetes!
maassalama!

Sònia... no tan fiera... ha dit...

Habibiet, jo també vaig pensar el mateix! Es que aquest home sap de que parla!!!
Ostres, t'imagines a l'India??? Bé, la Sonia ha estat allà i si llegueixes el seu blog et donen moltes ganar d'anar-hi... Petons sadiqati!!

Sonia, ya leí que estabas de vuelta... sigues sintiendo resaca de India??? Besazos!

George, una pértiga... mmmmm... casi que va a ser que no!!! Que me veo con la pértiga toda recta y que no cae ni para un lado ni para otro porque se ha metido en uno de los innumerables baches!! Besazos!

Ruben, me imagino que más o menos debe ser como en algunos lugares de la India... y es que tienen un curioso sentido de lo que debe ser una pérdida de tiempo o no... Besos!