CRÓNICA DESDE EL CAIRO // KIM AMOR www.elperiodico.com
Ni copas ni chicas las noches del Ramadán
Kim Amor
Hisham suele salir de "marcha" con sus amigos por El Cairo las noches de los jueves, la víspera del fin de semana musulmán. Como buenos devotos del islam --todos han estudiado en la universidad islámica de Al Azhar-- no hay copas, ni chicas que los acompañen, ni pistas donde menear el cuerpo al ritmo de la música moderna oriental. Pero se lo pasan en grande. Se apalancan en un ahwa, un cafetín, echan unas risas mientras beben té y fuman la shisha, el narguile, la pipa de agua aromática."Este año no te escapas, tienes que venir con nosotros para vivir, mejor dicho, para sentir, una noche de Ramadán cairota", me dijo hace unos días Hisham, que se gana la vida como profesor de francés en una escuela pública de El Cairo.
Y henos aquí a la pandilla, tres egipcios treintañeros y un europeo cuarentón, en medio de Imbaba, uno de los barrios más populares de la capital egipcia. "Aquí no encontrarás a ningún extranjero", advierte Hisham. Y lo cierto es que uno se siente observado a cada paso que da.El grupo enfila la bulliciosa avenida Talat Harb, la arteria principal del barrio. La calles están atestadas de gente de rostro risueño y distendido. No hace ni dos horas que han roto el ayuno, especialmente duro este año con temperaturas diurnas que rozan los 40 grados. "Nosotros llevamos ayunando desde los 10 años, así que ya estamos acostumbrados", explica Abdalá, químico de profesión, mientras bebe un trago de agua fresca de un botellín.
La calle chorrea luces de todos los colores. Los comercios de ropa, de zapatos y de bisutería barata se codean con puestos improvisados de dulces empalagosos, bebidas refrescantes y sabrosas frutas del tiempo, como el mango. El tráfico es denso y ruidoso. Los populares taxis Tok-Tok --motos de tres ruedas con carrocería-- pasan a velocidad de vértigo lanzando bocinazos compulsivos.El cuarto miembro del grupo, Shabán, hijo de Imbaba y licenciado en Derecho, propone ir a tomar un té en el cafetín de un amigo suyo. Es difícil encontrar una mesa desocupada al aire libre. Todos son hombres, y la mayoría están enfrascados en partidas de dominó y backgammon. De fondo suena una canción patriótica de los años 60 de Abdel Halim, un cantante muy querido por todos los egipcios, como la mítica diva Umm Kulthum.
La charla es amena y, las más de las veces, divertida. El sentido del humor de los egipcios es famoso en todo el mundo árabe. Hablamos de fútbol, el deporte nacional, de cómo ha subido el coste de la vida y de los trabajos de cada uno. Tras varias caladas de narguile, esta vez de sabor a manzana, y un par de tes bien azucarados, surge, inevitablemente, el tema de la religión. Los tres coinciden en que los medios occidentales dan una "falsa imagen" del islam y se muestran molestos con el papa Benedicto XVI. Es un diálogo cordial y sin aspavientos.
Pasadas las 12 de la noche, decidimos plegar velas. Me dicen que van a dormir unas horas, hasta poco antes del amanecer. Después comerán para reanudar con fuerza el ayuno. Nos despedimos a la egipcia, con un beso en cada mejilla.
Sí, es como volver al Cairo....
6 comentaris:
estas de un nostalgico....
... que doy asco, verdad???
Es culpa de ese periodista, que podría haberse ido a la conchinchina en lugar de a Egipto... o escribir en El Mundo o el ABC, que como no los leo..
Besos Javier..
y las mujeres?
Está escrito por un hombre occidental... dificilmente podrá salir y menos por la noche con mujeres egipcias... ya les cuesta a los propios egipcios...
Ahora... estoy por ofrecerme voluntaria para al menos intentar enseñar la otra cara de la moneda... aunque según como lo veo difícil....
¡La única mujer! Te mirarían como a un bicho raro. Yo no conozco El Cairo pero me encantaría ir.ç
¡Besos!
George, como un bicho raro no te miran exactamente... serían más bien miradas de otro tipo... jajaj Es que hay muy poquita libertad sexual y se reprimen mucho, pero bueno, al final te acostumbras... Egipto es precioso y triste...
Besos
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