Amistad

De vez en cuando, cada cierto tiempo, me da una crisis de las fuertes.... mmmm no me refiero a una pataleta o algo así... no, no... una crisis de aquellas de "soy la más fea, la más gorda, la que menos vale,..." vamos, que me quiero un montón...

Lo peor de todo es que no es algo de lo que me recupere en un tres i no res, que va... me cuesta la tira recuperarme en todos los sentidos, porque acostumbro a llevarme muchas cosas por delante...

No, ahora no estoy en un momento así, lo de ahora es algo pasajero.

La última vez que me pasó fue hace dos años y poco... trabajaba en una tienda de móviles y no hacía otra cosa: trabajar y trabajar... no tenía vida personal y para colmo, algunas de las que consideraba amigas decidieron que como no les hacía caso lo mejor era pasar de mi y romper la amistad... en fin...

Mi estado anímico era un desastre... soy de tener poca autoestima y en esas ocasiones la poca que pueda tener se evapora más fácilmente que una gota de agua en el desierto... y cambié unas cuantas cosas: cambié de trabajo, no me humillé ante quienes me dejaron en mis momentos duros (cosa que yo no había hecho cuando la situación había sido al revés), me apunté por fin a clases de danza del vientre... y dejé atrás consciente e inconscientemente a unos cuantos amigos, con razones pero sin ellas, porque mis razones no eran muy razonables...

Lo curioso es que básicamente fueron hombres... y el caso es que me habían apoyado siempre... pero es lo que tiene la inseguridad: te afecta por completo y actuas como actuas, sin sentido alguno. Pero no me puedo quejar, porque pese a todo ellos no me dejaron... sí es verdad que no he dejado que me vean en dos años y pico (y vivimos a pocos kilómetros!!!) pero no les ha influido para nada... eso es lo que considero yo que es un amigo... alguien que está contigo en los buenos y en los malos momentos, que te apoya a dos pasos o a tres kilómetros, que te quiere lo suficiente como para no hacer caso de las gilipolleces que puedas decir de ti misma...

En fin... creo que a veces no le damos valor a cosas que lo tienen, a las más habituales... yo, pese a todo sigo teniendo a Eva, Lola y Lucía diciendome lo maravillosa y mala puta que soy; a mis niñas, mis amigas surgidas de la danza y con las que en sólo dos años he compartido miles de cosas, Maria Teresa, Gemma (Amineta wapa, aichhhh), Georgina... a Puck a mi alrededor diciéndome lo tonta que soy cuando soy tonta... y a un cielo como Raül, al que le debo cincuentamil sesiones de cine y que sólo se queja lo justo, cuando tiene motivos y motivos para mandarme a la mierda...

Quizás este post me haya quedado muy ñoño en el día en el que quería hablar de árboles talados, machismo, universitarias que han de prostituirse para pagarse la carrera... pero no sé por qué era lo que me pedía el cuerpo... Besos...