Juventud, divino tesoro...

No hace mucho tiempo (o quizás sí, ahora estoy despistada) cada una de mis visitas al kiosko implicaban pasarme un buen rato mirando libros y revistas femeninas, por lo que intentaba no acercarme mucho, sobretodo cuando no iba muy bien de dinero.
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Ayer me di cuenta de que ahora simplemente voy, cojo el periódico, miro por encima y me voy (no, no pago el periódico, doy el ticket de suscripción y me marcho), nada más...


No sé en qué momento cambié o en qué momento me di cuenta por fin que todas esas revistas no tienen nada para mi. Lo que antes me parecían reportajes interesantes, ahora son frases insignificantes rellenando dos páginas o tres... lo que antes eran datos interesantes ahora son tonterías como canastos de grandes... la moda que antes era imposible, ahora además de imposible es horrorosa... juraría que hasta el horóscopo me molestó la última vez...


No creo que sea exactamente una cosa de la edad, es decir, no considero que me haya hecho mayor exageradamente.. pero sí es algo que está relacionado con ella por la simple razón de que cuantos más días tienes más has vivido.. Un día abrí un Cosmopolitan y tal y como lo iba leyendo me iba cabreando: no sólo no tenía nada que ver conmigo sino que todo estaba tan vacio de contenido que por un momento no supe si indignarme o darme de cabezazos por ser tan tonta y haberla comprado.
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El problema es que parece que esté en tierra de nadie... podría poneros unos cuantos ejemplos, pero el de las revistas dirigidas a mujeres es, quizás, de los más claros: no soy público para Cosmopolitan, Elle, InStyle, Glamour... pero tampoco lo soy para revistas como AR, Saber Vivir u otras así.
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Las primeras hablan de ropa imposible por diseño y por precio, sus modelos son escuálidas y las fotos tétricas, los viajes imposibles a no ser que estés casada con un jeque árabe y los temas son inexistentes a no ser que quieras leer sobre sexo una y otra vez...

Las segundas se ponen serias, hablan tanto de dietas como las primeras y la ropa, bueno, quizás la ropa le guste a mi madre, pero a mi no; los temas podrían estar bien de no ser por el tono en el que los tratan...
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Un coñazo.
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Qué cosas...
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No es algo malo, eso que me ahorro, que en ésta época de vacas flacas se agradece. Pero te hace pensar: estoy donde tendría que estar? Estoy donde estoy y eso no lo cambio por un montón de tópicos que supuestamente me han de hacer más feliz. Evidentemente hay muchas cosas que no tengo y me gustaría tener, pero no porque pertenezcan a mi franja de edad sino porque es lo que me apetece. Quiero seguir viajando, aprendiendo y descubriendo cosas y lugares nuevos. No me apetece tener una familia propia ni meterme en hipotecas aunque claro que me gustaría tener un lugar propio... Tengo 34 años sí, pero me quedan tantas cosas por hacer y ver!! Y no creo que me las puedan enseñar en una revista tipo...
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Quiero tanto... y no quiero tantas cosas...
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