Fes

Cuando uno dice "nunca haré esto.." siempre hay alguien quecontesta: "no has de decir nunca..".

Ya os aviso ahora que no quiero que me corrijáis, ni que me digáis que no puedo hacer esa afirmación rotunda.

No quiero volver nunca más a Fes.

Antes de pisar la estación de autobús de Fes ya tenía un vago malestar.

Cuando llegamos allí y nos encontramos con una pareja de catalanes a los que teníamos que dar unas gafas que se habían olvidado en Chaouen y nos dijeron que se iban en una hora a Merzouga, que si queríamos ir con ellos... de aquella ya no tenía gana alguna de quedarme en la ciudad.

A la estación de CTM tenía que ir a buscarnos Simo, nuestro couchsurfer en la ciudad... él nos tenía que hospedar unos cuatro días y nos había costado mucho trabajo encontrar un couch en Fes. Además era filólogo español, que más podíamos pedir!

Llegó a la estación acompañado de un amigo... en fin, no nos íbamos a quejar de buenas a primeras... fuimos a pedir un taxi y como los taxistas en Fes no pueden llevar a más de tres pasajeros nos tocó separarnos... por el artículo 21 Simo decidió que Gemma iría en uno con su amigo y yo en otro con él. En el taxi me echó la mano por detrás y empezó como a tocarme el pelo... al principio fue muy sutil y la mano no se apoyaba en mi, sino en el respaldo.. así que intenté no ponerme nerviosa y me puse a hablar como una loca hasta que llegamos a nuestra parada. Pero sólo era una parada técnica para coger un grand taxi... los cuatro apiñados detrás, otra vez tocándome el pelo. El coche andaba y andaba, salimos de la Ville Nouvelle en la que supuestamente vivía y nos adentramos ve a saber dónde... cuando paramos yo ya estaba mosqueada. Cuando llegamos al edificio y su amigo abrió el cabreo interior se desbordaba y sólo le pedía a Gemma que no dijera lo de picadero en voz alta por si nos entendía... aún me preocupaba el hecho de pensar mal de él.

El piso... bueno, se me calló el alma a los pies.. sucio, desordenado.. el lavabo lleno de cucarachas pequeñas... qué repelús! Nos sentamos a cenar... bueno, yo pasé de cenar porque solo de pensarlo me ponía mala... eso y que hizo carne, así que mi excusa era perfecta.. el té sabía a rayos y yo sólo podía pensar en dónde narices nos habíamos metido..

Llamé a Mbarak con la excusa de decirle que estábamos en Fes y le conté toda la situación... pobre... le asusté... me dijo que no nos fiáramos de las bebidas y que nos fuéramos de allí en cuanto pudiéramos; que si pasaba cualquier cosa le hiciera una llamada perdida y él nos llamaría.. en el fondo me quedé más tranquila aunque no tenía mucho sentido por los kilómetros que nos separaban..

La conversación no era desagradable, pero la situación sí... hasta que cogieron que estábamos muertas de sueño y queríamos dormir. Llegó la hora de repartir las camas.. las opciones eran: los asientos donde estábamos o el suelo, así que escogí el suelo y allí nos plantamos las dos. Llamadme desconfiada, pero me metí en mi sábana-saco en plan desesperada, metiendo el móvil junto a mis piernas... en mi mano derecha el spray de aután con el que rocié a Gemma y a mi misma. Sin comerlo ni beberlo el tal Simo se tumbó a mi lado y estirando de mi sábana me soltó si estaba cómoda, con la calor que hacía... yo estaba muerta de calor pero ni de coña pensaba quitármela. Miraba hacia Gemma y le daba la espalda al tío y en nada noté como se me echaba encima... le retiré el brazo y le eché para un lado diciéndole que fuera... una, otra, otra y otra vez... cada vez que el estúpido me tocaba yo me agarraba a Gemma con fuerza..


Se que desde fuera se ven muchas opciones posibles... pero tenéis que recordar que yo no veo una mierda en la oscuridad, con lo que no tengo una gran movilidad... por otro lado no sabíamos donde estábamos...


Una vez dejó de tocarme y se rindió me dormí a lo bestia del mismo estress pasado.. Las dos nos despertamos sobre las 7 de la mañana y decidimos que nos pirábamos de allí... el problema era donde narices estábamos, dónde coger un taxi, cómo hacernos entender... El amigo se piró silenciosamente sin decirnos nada, así que despertamos a Simo para decirle que nos íbamos a un hotel.. superserio nos preguntó si sabíamos a cuál ir y le dijimos que sí, así que todo contrito nos acompañó... Intentamos abrir la puerta de arriba y no pudimos.. la tuvo que abrir él. Intentamos abrir la puerta de abajo y no pudimos... la tuvo que abrir él. Ni un taxi a la vista, nos tuvo que acompañar a la parada... allí, una vez cargada mi maleta me dijo: "perdona si anoche hicimos algo que os molestara" "algo??? algo???? todo lo que hiciste nos molestó, no tenéis vergüenza.." Y allí lo dejamos mientras nos montamos en un grand taxi...


No, no lo he redactado como debería para que pudieráis entender cómo me sentí... pero para qué entrar en más detalles... aunque debería. Pasé el día siguiente lloriqueando... dejando que Gemma fuera la fuerte cuando sinceramente, por edad, me tocaría.. Volvimos al hotel con piscina en el que estuvimos el primer día en Fes con Damià y Núria, estuvimos en el agua hasta reblandecernos... Fuimos a comer a un buen restaurante y nos bebimos entre las dos una botella de vino que tuvimos que dormir por la tarde...

Me jode, me jode mucho el poder que tiene un hombre para poder destrozarte unos días de tu vida, un viaje o tu vida entera... no tendrían que tener derecho...


Al día siguiente habíamos contratado un guía oficial para, por lo menos, visitar la medina vieja de Fes.. sin comentarios... empezando porque no sabía hablar ni español ni inglés y a sabiendas de que sabíamos al-fuskha nos chapurreaba las cosas en un italiano-francés-árabe de miedo, todo el rato empeñado en hacernos entrar en tiendas de las que salíamos sin comprar nada y él sin comisión. Pasamos dos horas de recorrer callejuelas perdidas de la medina sin ver nada que mereciera la pena y no me refiero a nada que comprar, que tampoco.. porque en casi todos los sitios importantes o no podías entrar o te costaba dinero..

Salí de la medina con el olor de animales muertos instalado en mi cerebro permanentemente y con ganas de meterme en la piscina y no salir.. pero no podíamos, porque ya habíamos liquidado la cuenta del hotel: esa misma noche cogíamos un bus para Errachidia, donde Mbarak nos iría a recoger para llevarnos a Boumalne..

Parecía que las 21:00 no iban a llegar nunca, pero llegaron y esta vez no nos dejamos pisar y fuimos de las primeras en entrar en el bus y reclamar nuestros asientos en primera fila... en ocho horas volvíamos a la seguridad de los bereberes..