LA Hepburn

Hoy Katherine Hepburn cumpliría 100 años.

Vale, 100 años son una burrada, aunque tal y como están las cosas tenemos todos los números para llegar. Con muchos actores y actrices clásicos te preguntas a veces cómo habrían sido de llegar a ser mayores... en esa imagineria la pobre Marilyn no sale muy bien parada, por ejemplo. Pero Katherine, la gran Hepburn supo salir bien parada hasta de la vejez.

No recuerdo a qué edad vi una película suya por primera vez, pero recuerdo la sensación de quedar fascinada por una mujer a la que no le soplaba nadie, que no se dejaba pisotear, con un genio increible que sabía usar y, sobretodo, que no se sentía inferior a nadie.

Según muchos nunca ha sido una gran belleza. Discrepo. Pero no me liaré a tortas con nadie por eso. Para mi era guapísima. Y la mejor actriz que he visto. Aún no he visto otra mejor, nadie la supera: hacía dramas, comedias, tostones y clásicos de una manera tan natural que era imposible no creertela.

Y por encima de todo estaba su actitud. Desde pequeña me he sentido feminista. Pura supervivencia!! Y esos papeles en sus películas eran como un referente. También lo hemos de poner en su contexto: en el de las películas que nos pasaban por la televisión en los 80 y 90. Sus papeles eran de mujer fuerte, pero incluso cuando no era tal sabía dar una dignidad a su situación que muchas querrían poder dar a papeles tan sencillos.

Ya he comentado muchas veces que mi película favorita es La Fiera de mi Niña, cosa que podría parecer una contradicción... pero no lo es. Esa niña mimada/despistada consigue lo que quiere haciéndose la tonta, haciéndose, que no siendo! La segunda en el ranking está Historias de Philadelphia y después... la verdad es que después no sabría cuál situar: La mujer del Año, En el estanque dorado, Adivina quién viene esta noche, La Reina de África, Mujercitas, Locuras de verano, Vivir para gozar, La costilla de Adán, Damas del teatro....

En fin, no daré más datos porque de ella podemos encontrar cien mil cosas en internet... Simplemente que cuatro oscars son pocos para todo lo que se merecía; que por más que quieran imitarla hay cosas que son imposibles de lograr y que como ella no hay ninguna. En presente.