En mi casa tenemos tradiciones para todo, y a veces no podría explicar de dónde han salido o por qué lo hacemos porque en muchas ocasiones hemos transformado tanto la tradición, la hemos adaptado tanto a nosotros que pierde su origen..
La noche de difuntos es especial, o quizás lo es para mi porque desde pequeña la he vivido de otra manera... recuerdo el llegar a casa de mi yaya y ver como al fondo tintineaban lucecillas; la casa de mi abuela tiene un largo pasillo por el que se van distribuyendo las habitaciones, al fondo la cocina y abriendo la puerta de cristal antigua hay un cuartillo encima del que se encuentra la terraza... así, a través de los cristales de la puerta de la cocina podías ver bailando luces que no te encontrabas ningún otro día... Recuerdo el ir hasta allí para comprobar como un año más mi yaya había colocado un cuenco con aceite en el que flotaban velitas (mariposas) que iluminaban el retrato de mi abuelo y mis bisabuelos...
Ahora ya no hay mariposas encendidas, porque uno de los años se medio incendió el cuartillo... pero sigo encontrando velas que iluminan los retratos de nuestros difuntos.
En casa también seguimos la tradición: por mis abuela y mis dos abuelos muertos. De los tres sólo conocí bien a mi abuela. Y como de pequeña las cosas no te las llegan a explicar bien (mal hecho) adapté la tradición a mi... no sé por qué interioricé que este día era el único día del año que podía tener a mis abuelos no conocidos conmigo (mi abuela murió hace sólo 8 años) e iba caminando por la casa o piso (lo que tocara en ese momento) como si los tuviera a mi lado..
Cuando creces racionalizas las cosas... pero hay cosas que no puedo racionalizar, porque no quiero. Quiero creer que los tengo a mi lado, quiero creer que hay algo de ellos cerca mío... por eso mantenemos las velas encendidas hasta que se apagan, para que sepan donde encontrarnos... por eso enciendo incienso, para que no se acerque cualquier espíritu que aún no ha encontrado su luz... Sé que no parece muy lógico, tampoco es que lo pretenda. A veces creo que lo de creer en espíritus, meigas, conjuros y pociones es lo único que me queda de mi sangre gallega...
5 comentaris:
Me parece genial. Muy Isabel Allende. Yo también quiero creer que alguien me protege desde el más allá. Y desde luego si de niño no me he muerto con las barbaridades que hacía- como tirarme dentro de un tonel por el borde de un terraplén- es que o alguien me cuida o tengo una suerte loca.
Me supongo que las mariposas estarían en aceite para que ardieran. Por tu rama andaluza también se hacen esos ritos, mucha gente visita los cementerios, ponen flores y limpian las tumbas, y hasta el año que viene.
Las celebraciones de la Misa se llenan el día de hoy,en cualquier iglesia, aunque el resto del año asistan pocos.
nosotros tambien hacemos eso
que suerte tener tradiciones tan bonitas en días de tanta nostalgia para la mayoría... para mí no es un día especial, pero lo puedo transformar si es por una buena causa...
besitos
Lechuzo, sí, ahora lo cambiaré, no es en agua sino en aceite donde se ponen las mariposas... se me fue la olla... jajaj imposible entender por qué salió ardiendo el cuartillo de mi abuela, no??? Sí, mi abuela es andaluza... pero lo de visitar las tumbas y eso no lo hacemos nunca en estas fechas... a mi me da grima, sinceramente, prefiero cualquier otro momento.. Besos!
George por dios!!! Pero que pedazo bruto!!!! Ah! Me gusta eso de ponerte cara por fin... y no te voy a decir nada de Russell Crow porque entre otras cosas no le soporto mucho... Besazos!
Sonia (cuñada)... en el fondo todos estamos conectados, no? Ostras!! Supongo que los niños habrán celebrado Halloween bien!!! Besitos a todos!
Sonia... creo que en el fondo, para que un día sea especial, siempre hay que transformarlo un poquito... es como que deja de ser de los demás para ser sólo tuyo!! Un besazo!!
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