Capuccino

Hace unos once o doce años me aficioné al capuccino... no al de verdad, sino al típico de sobre que puedes comprar en los supermercados. Estudiaba por las mañanas en Barcelona y llegaba a casa a eso de las tres, para la hora en que Canal Plus daba "El secreto de Verónica" (o cualquier otra serie de media hora) yo ya había acabado de comer y mi madre y yo nos sentábamos en el sofá para ver la serie tranquilamente con un capuccino en las manos...

Al poco tiempo viajé con Eva a Italia y aquello ya me dejó enganchada en serio... mi primer capuccino de los de verdad me lo tomé en un café de la Piazza Navona, de pie, con dos chicos que conocimos en la plaza (de cuya historia prefiero no acordarme mucho)... era perfecto (el capuccino, se entiende) con su espuma, su amarga dulzura... Ese primer día en Roma había desayunado un café con leche, pero al día siguiente conseguí averiguar que el capuccino entraba dentro del pack y el resto de la semana fue una constante a primera hora... que gustazo!

Cuando estoy en casa sólo me puedo permitir el de sobre, pero cuando salgo acostumbro a pedirme uno... lo que a veces se convierte en todo un desafío. Recuerdo que cuando fui a Villablino para hacer el estudio sobre la mujer (sí, sí, algún día ya hablaré de ello) era lo que me pedía cuando quedaba con mis amigas e incluso mi tía compró de los de sobre porque sabía que los tomaba... cada día íba a un sitio diferente y nunca, nunca, me lo sirvieron igual... ya ni hablemos de si realmente era un capuccino o un café con nata montada por arriba. Hasta mi último día no encontré un lugar donde lo hicieran como en Roma... y era un pequeño café de los de siempre...

¿A qué viene todo esto? Que me voy por las ramas cosa mala... bueno, me centro... hoy me he sentado frente al portátil con mi capuccino. He colocado la taza delante del ordenador porque realmente sólo estaba leyendo blogs... pero mi hermano me ha abierto una ventana en el messenger y teniendo en cuenta que está lesionado no me lo he pensado y he estirado la mano para ir a contestarle... pegándole un meneo considerable a la taza la cual ha vertido el capuccino encima del portátil..

Que soy una patosa no es nada nuevo... que toda yo sufro las consecuencias tampoco... pero hay que ver qué desastre!!! Corriendo he intentado secar todo el desaguisado... le he pasado hasta el secador... de momento parece que no se muere, pero teniendo en cuenta como están las cosas ve a saber cuánto durará...

Podría decir eso de "dichoso capuccino", pero dichosa mano mía!!!!

Receta para hacer un capuccino para 8 personas

Ingredientes:
• 6 cucharadas soperas de café molido
• 1 litro de leche
• Canela en polvo, o bien piel de naranja rallada

Preparación:
• Preparar el café utilizando leche en vez de agua.
• Servir añadiendo canela en polvo o raspadura de piel de naranja.
• Endulzar a voluntad.

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