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2.1.07

En la Tumba del Faraón...

Copio un artículo de Kim Amor que se publica hoy en el periódico:

CONTROVERTIDO DESALOJO EN EL CORAZÓN DEL EGIPTO MÁS TURÍSTICO

Los habitantes de las aldeas de Al Gurna, en Luxor, están que echan chispas. Bajo los cimientos de sus humildes casas de adobe se esconden las tumbas de los nobles del antiguo Egipto. Han convivido con ellas durante decenios, pero eso se acabó. El Gobierno de El Cairo ha resuelto poner en marcha el viejo proyecto de recuperar la zona para los arqueólogos y los turistas, lo que supone demoler las casas y realojar a los vecinos. A principios de diciembre, los bulldózers se llevaron por delante la primera vivienda. Un aviso de que la cosa va en serio. "De aquí no me saca nadie, solo muerto", afirma indignado Mahmud, uno de los vecinos.

Al Gurna está situada en el margen occidental del Nilo a su paso por la antigua capital imperial de Tebas, hoy Luxor, uno de los centros turísticos más importantes de Egipto. En total viven unas 20.000 familias de escasos recursos económicos que sobreviven gracias a los extranjeros. El proyecto de desalojo implica trasladar a los lugareños a un nuevo complejo de viviendas, construido para la ocasión, situado a 20 kilómetros del conocido como Valle de los Nobles.

A pesar de que las nuevas viviendas disponen de agua corriente y luz eléctrica, servicios de los que carecen las actuales, la propuesta del Gobierno no acaba de convencer a los guarnawis. Primero, porque las casas son mucho más pequeñas, de apenas 80 metros cuadrados, y hay familias de más de 15 miembros, y después porque Al Gurna Al Gadida --así se llama el nuevo pueblo-- está fuera de la ruta turística. Pero el argumento de más peso es quizá el sentimental.

"Aquí hemos vivido durante generaciones. Mi abuelo fue durante muchos años el guardián del Rameseum complejo mortuorio de Ramés II", afirma Mohamed Snake, que regenta un pequeño y acogedor hostal en Sheij Abd al Gurna, una de las aldeas afectadas. "Me ha costado muchos años de esfuerzo y trabajo levantar este negocio, y si me voy de aquí lo perderé todo", añade.

La aldea donde nació Snake se extiende a lo largo y ancho de la ladera de una colina desértica. Desde el hostal se divisan el Rameseum y los colosos de Memnón, y si uno se asoma a la cima de la colina puede apreciar con claridad, del otro lado, el majestuoso templo de Hatsepsut. El establecimiento está situado junto a la tumba de Sennefer, que fue gobernador de Tebas bajo el reinado de Amenofis II, uno de los faraones del Imperio Nuevo, hace más de 3.000 años.

Como la mayoría de las casas de Al Gurna, las paredes del hostal de Snake - serpiente, en inglés: el apodo se lo pusieron sus padres porque de niño era muy delgado - están pintadas de colores cálidos, como el celeste, y con dibujos faraónicos. "Nosotros somos los primeros interesados en conservar y proteger la herencia de nuestros antepasados", afirma. Y recuerda que fueron los vecinos del lugar los primeros en movilizarse cuando, en 1997, terroristas islámicos asesinaron a 60 turistas en Hatsepsut.

Para las autoridades, limpiar la zona es una necesidad urgente. Los expertos sostienen que la vida diaria sobre los yacimientos ha deteriorado las tumbas, y además creen que las entrañas de las colinas esconden sorprendentes misterios todavía por desvelar. Hay quienes van más lejos y acusan a los lugareños de saquearlas. "El desalojo es necesario para combatir el pillaje", declaró Ahmed al Tayed, jefe de la comisión encargada de censar a la población de Al Gurna. Pero los últimos ladrones conocidos datan de hace más de 150 años.

El director del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, el arqueólogo Zahi Hawass, ha advertido que oponerse al proyecto es "estar en contra de la preservación y protección de la herencia de Egipto". En todo caso, se prevé mantener algunas casas, las más tradicionales, y varios talleres de alabastro. El desalojo del Valle de los Nobles es el desplazamiento de gente más importante en la historia moderna de Egipto, después del que tuvo lugar en los años 60 para construir la presa de Asuán.

En fin, supongo que es inevitable este desalojo en un país en el que lo más importante es el turismo porque es el motor que mueve casi todo... el problema es saber de qué vivirán estas personas... De Al-Gurna yo sólo tengo una piedra que me dio un niño cuando paramos para que nuestro guía pudiera comprar comida, yo le di galletas y el me dio una piedra (nos pedía comida, no fue dar por dar... estábamos en la furgoneta superacaloradas y se acercó a la ventana haciendo el gesto de llevarse comida a la boca... Así que saqué las galletas y le di unas cuantas... se fue y volvió al momento con una piedra para mi, y me quedé tan tonta por el gesto que le di todo el paquete... Físicamente no parecía que el niño necesitara el colesterol que le di, pero era un niño al fin y al cabo y las galletas eran de limón). De toda aquella zona lo que más recuerdo es el calor sofocante (más de 45ºC) y los puñeteros mosquitos o mosquitas que me acribillaban...

De izquierda a derecha: MariaTeresa (la fotógrafa), Gemma, yo, Anna y Eduard. Al fondo: el Valle de los Reyes reflejado, como nosotras, en un autobús que nos proporcionaba sombra.

1 comentari:

Amina ha dit...

Què contradictori tot plegat, però al cap i a la fi, primer són les persones abans que l'art perquè sense aquestes no hi hauria art. La prova la tens en aquell mateix nen: et va commoure, et va fer una petita obra d'art.