No estoy a favor de que las niñas se cubran con un pañuelo para entrar al colegio; el colegio ha de ser un oasis para los niños en el que no exista nada más que conocimiento, el pañuelo no sólo no iguala a esa niña con las demás, sino que la hace totalmente diferente y por lo tanto, blanco para todo, ante el resto de los compañeros.
Pero siendo justos tampoco tendría que estar permitido entonces que ningún alumno llevara gorra, ni las diademas enormes que llevan las niñas...
También he de reconocer que no me gustaron las contestaciones que dio el padre de la niña en una entrevista, pero eso no lo puedo utilizar como justificación...
Es un tema complicado, nunca he entendido las religiones que te obligan a ciertas conductas restrictivas que no llevan a nada pero estoy a favor de que si las mujeres quieren ir cubiertas puedan hacerlo, siempre que sea su voluntad, evidentemente.
De todo lo que he leído hoy os voy a copiar unos fragmentos del artículo de opinión publicado en elPeriódico escrito por Dolors Bramon (profesora de estudios islámicos) con respecto al velo y el Corán (Pilar Rahola también ha ecrito sobre ello, pero me ha dado mandra leerlo). A mi me ha ido genial conocer su interpretación (sí, como siempre, es una interpretación, pero me parece tan coherente...):
"Los tres fragmentos que hablan de la vestimenta de los musulmanes son los siguientes: 1) "¡Profeta! Di a los creyentes que bajen la mirada y que escondan sus partes sexuales y que no muestren más adornos que los que están a la vista, que se cubran el pecho con una pieza de su vestido y que no enseñen sus ornamentos" (Corán 24, 30-31).2) "Los esclavos y los que no han llegado a la pubertad deben pediros permiso para entrar (donde estéis) antes de la oración del alba, al mediodía cuando os desnudáis de vuestros vestidos y después de la oración de la noche. Son tres momentos de intimidad, cuando permanecen desnudos vuestros sexos" (24, 57/59). Y 3) "¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las esposas de los creyentes que se cubran con sus mantos. Es mejor para que se las distinga y no sean molestadas" (33, 59). Esta referencia al manto no creo que deba entenderse como la obligación de ir totalmente cubiertas, especialmente si se recuerda que los fragmentos anteriores permiten pensar que con el clima de Arabia la gente permanecía en casa con poca ropa o incluso sin ella.
[...]
Por otro lado, la palabra hiyab, que ahora designa al pañuelo islámico, figura seis veces en el Corán. En todas ellas hay que entenderlo, sin duda, como cortina o similar y nunca se refiere a nada que afecte al modo de vestir de las mujeres. Solo en una ocasión las palabras mujer e hiyab aparecen juntas en el texto, y es cuando se dan una serie de recomendaciones sobre cómo debían comportarse los fieles con la familia de Mahoma. Se dice: "¡Creyentes! No entréis en las habitaciones del Profeta si no estáis autorizados para compartir una comida. No lo hagáis hasta que sea la hora. Cuando os llamen, entrad, y cuando se acabe la comida salid de casa sin permanecer allí para hablar como si fueseis de la familia... Cuando pidáis algo (a las mujeres que os sirven), hacedlo desde detrás de una cortina" (Corán 33, 53-55). Está claro que se quería evitar que los invitados entraran en la cocina como si fuesen de la familia, y que en el siglo VII era muy posible que las habitaciones de una vivienda se separaran con cortinas.Ya sé que es difícil cambiar la opinión de los convencidos, pero los textos son estos y, si se cree que el Corán es palabra de Dios, es bueno saber lo que dice."
(Los diferentes tipos de pañuelos los he sacado de la edición digital de elPeriódico)