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14.12.06

Crónica desde el Cairo

Una isla de oro sobre las aguas del Nilo

Kim Amor 14/12/06 www.elperiodico.es

Apenas pisar tierra firme, Ahmed, un grandullón de unos 50 años, grita sin venir a cuento a los visitantes: "Lo que hay que hacer es acabar con el perro de Bush". Acto seguido, para tranquilidad de los forasteros, añade: "Ustedes los españoles son bien recibidos aquí, en la isla de Oro". Y sonríe. Ahmed es uno de los 5.000 habitantes que pueblan este islote salpicado de campos agrícolas, casas pequeñas de ladrillo y calles estrechas, por donde circulan a sus anchas gallinas, cabras y vacas. Aquí no hay vehículos motorizados y todos se desplazan a lomos de mulos.

Como en las demás áreas rurales de Egipto, el lugar está anclado en el subdesarrollo. Pero hay algo que lo distingue de los demás. La isla de Oro, de apenas cuatro kilómetros cuadrados, está ubicada, como si de una flor de loto se tratase, en medio del Nilo a su paso por la insalubre megaurbe de El Cairo. Acceder a la isla es sencillo. Una pequeña barcaza destartalada une en pocos minutos la orilla bulliciosa y la apacible.

Son apenas 200 metros los que separan el estruendo, el ajetreo y los altos y modernos edificios de hormigón, del trinar de los pájaros, el ruido de las azadas y los campos de hortalizas y verduras. El nombre de isla de Oro (Gezirat al-Dahab, en árabe) le viene de lejos. Hace varias décadas la tierra era muy fértil, producía flores, trigo y otros productos de excelente calidad que se vendían a buen precio en la ciudad. Pero eso ya es historia. Ahora el islote está dejado de la mano de Dios.

Sus habitantes, como el impulsivo y simpático Ahmed, temen que tarde o temprano algún magnate se quede con la tierra para construir una lujosa urbanización o un centro para agasajar a los turistas. De hecho, ya ha habido algún que otro intento. "Mi abuelo fue el alcalde de la isla, cuando la tierra era mucho mejor que ahora", dice Risk,de 52 años, el cristiano que cuida la única iglesia, contra seis mezquitas, que se levanta entre sembrados. Desde el templo, que guarda la reliquias de algunos santos, se divisan a lo lejos los vehículos que cruzan uno de los muchos puentes del Cairo.

"Aquí no hay escuelas, ni centros de salud. La gente vive del campo. Se alimenta de lo que produce la tierra y vende algunas hortalizas y leche en la ciudad", afirma. A pocos metros de la iglesia está la casa de Aisha, una mujer entrada en años, que apenas sale del islote. "Estoy mucho más segura aquí. La ciudad está llena de peligros", asegura. Musulmana, como la gran mayoría de la población de la isla, Aisha recuerda con nostalgia la época dorada. "Viajé hasta dos veces a Arabia Saudí, para cumplir con la peregrinación a La Meca", dice junto al avión que pintó en la pared de su casa, símbolo de que en este hogar humilde se ha cumplido con uno de los cinco pilares del islam.

Ahmed, en cambio, está aquí por obligación, ya que debe cuidar de su padre. Antes trabajó como fontanero en el Four Seasons, el hotel más lujoso de El Cairo. Tal vez de ahí le venga su interés por la política internacional. "Regresen a la isla de Oro cuando quieran", dice antes de que la barcaza emprenda viaje de regreso. "Esta es una tierra donde musulmanes y cristianos viven en paz".

6 comentaris:

Amina ha dit...

el Caire, l'enigmàtic Caire que té vida per a tots, pagesos, urbanites, escriptors, imans, estudiants, venedors, etc.Mil formes diferents de pensar. No trobes?

Sònia... no tan fiera... ha dit...

Trobo.. Si hagués sabut abans de l'existència de l'illa podríem haver-nos escapat... aich Amineta..

Petons!

Miguel Angel Peláez ha dit...

Vidas que están ahí mismo, luchando día a día por mantenerse en pie y sobrevivir.

Bss

Anònim ha dit...

La iglesia y las mezquitas comparten espacio. No debemos ponerlas en situación hipotética de confrontación. Pues tienen razón en tener miedo con que algún rico se quede con la tierra en la que viven desde hace tiempo. Tal y como van las cosas es posible.

¿Estas de viaje? ¿En egipto?
Dentro de unos días tengo vacaciones. Quiero volver a salir de España (y eso que no la tengo tan vista como yo creía) y he visto ofertas geniales para Egipto a principios de Enero. ¿aconsejable en estas fechas?
¿O por el contrario me voy a Viena?. Un saludo.

Sònia... no tan fiera... ha dit...

Pues sí Namaste, y en El Cairo a veces te da la sensación de que tiene mucho mérito quien consigue sobrevivir.. Besos.

629 no estoy de viaje... qué más quisiera!! Total, aquí no pinto nada de nda... Yo te aconsejo que viajes a Egipto, ahora el tiempo es más suave y si necesitas alguna recomendación, dónde alojarte bien de precio o por dónde moverte te puedo echar una mano... Besazos!!

Anònim ha dit...

Qué mal vivir así, lo siento mucho. Si viviste las muertes de forma cercana, entonces puedo entender que un tema como ése te toque el corazón. Yo trabajo con la industria petrolera, y ahí siempre nos instruyen que la seguridad es lo principal, todos los lunes nos hacen gritar que, a nuestras casas, a nuestras familias, debemos llegar sanos y .... SALVOS!!!
Gracias por tu visita a mi blog.