Cairo día 15: cumplo años!

Esta es la tercera vez que cumplo años en El Cairo y sigue haciéndome la misma ilusión que la primera vez... tenéis que entederlo: para una niña cumplir años en agosto es un auténtico coñazo, todos tus amigos están de vacaciones y acabas celebrándolo sólo con tu familia.. así que recogiendo los viejos traumas infantiles, celebrarlo fuera del país hace que me sienta un poquito más especial, aunque no tenga pastel ni velas..

Hoy es nuestro último día aquí y no tenemos nada que visitar.. bueno, quedan tantas cosas por ver... pero hoy es algo así como nuestro día libre, el de las compras. Vamos al Khalili por la mañana y el primer vendedor con el que trato consigue estresarme; no sé cómo lo hace, pero acabo ofreciendo más de lo que pide y aún así no para de darle vueltas. No hay manera... MaríaLuján decide que mejor me dedico a escoger y ella a la negociación, cosa que agradezco porque me está dejando la cabeza como un bombo.

Por la tarde volvemos al mercado.. hacemos el trayecto del hotel al Khalili en nada y menos, las calles están desiertas y si me dicen que están grabando el remake egipcio de Abre los ojos me lo creo.. los taxis están desaparecidos, las tiendas de lo que hemos llamado el Paseo de Gracia están cerradas y en algunas esquinas han dispuesto mesas y sillas en las que hay gente comiendo, rompiendo el ayuno.

Le dejamos una propina enorme, quizás porque al fin y al cabo es lo que nos suele costar el trayecto y porque en el fondo nos ha hecho el favor de traernos a esta hora tan delicada.. desde el paso superior que conecta Al-Azhar con el mercado grabo la escena que no acabo de creerme del todo. Las calles del mercado están casi desérticas, casi todo el mundo aprovecha para comer y sólo se escucha un idioma: el español.. rietete tú de la globalización. Entramos por calles por las que normalmente no las metería, porque suelen estar a tope y vamos mirando escaparates dejando que pase el tiempo y se reincorporen al trabajo. De una de las joyerías salen a abrirnos los escaparates por si queremos coger alguna pieza y no puedo evitar decirle que por favor siga comiendo, que si le necesitamos ya le llamaremos...

Al final, acabamos las compras en una de las joyerías.. en la primera que conocí cuando hace años trasteé con Amina y MariaTeresa.. y nos vamos al Naguib a disfrutar de nuestra última noche. Está casi vacío y conseguimos sitio delante de los músicos, rodeadas de los clientes habituales que ya se saben mi nombre y que acaban coreando el feliz cumpleaños cuando MaríaLuján les dice que hoy es el mío.. No sólo tocan y cantan la canción, sino que el percusionista, tras irse unos instantes, apareció con una cajita que me regaló en la que había una botellita preciosa con perfume..

Nuestra mesa se llena de zumos y cócteles no alcoholicos y la shisha nos dura más de una hora gracias a la maestría de los que nos van cambiando el carbón.. los camareros saben que nos vamos y no paran de sonreirnos... nosotras les echaremos de menos, pero ellos extrañaran durante un tiempo nuestras sonrisas y risas, sin duda... cuando nos despedimos del todo, los músicos les regalan a MaríaLuján y Shaabia unos crótalos a cada una..

A las diez y media estamos de vuelta en el hotel, preparadas para salir de nuevo y acabar de disfrutar de nuestra última noche en la ciudad.. hasta las tres y pico de la mañana no aparecemos por el hotel. A las seis hemos de ponernos en pie y aún no hemos hecho las maletas..