Barcelona a las nueve y poco de la mañana reluce y parece amable..Pero, justo antes de hacer esta foto, las obras y una cucaracha borracha ya me habían condicionado la mañana.
Lo de la cucaracha borracha no es una metáfora, no.
No me refiero a algún turista o local borracho, no.
Estaba tomándome un café y he notado algo en mi mano derecha.. debería haber sospechado cuando me ha parecido ver algo y he pensado que era una mosca... Vamos a ver, mi visión periférica no me da para ver una mosca en la mano, al menos no en mi mano... Pero, claro, una siempre tiene la fantasía de que puede verlo todo..
A lo que iba, he girado la cabeza para cagarme en todo (hace dos noches un mosquito se dió un festín con mi sangre, así que no estoy para más donaciones) y la he visto: como una hormiga gigante, marrón rojiza y que empezaba a caminar por mi mano..
¿He gritado cuál ratoncillo?
No me escondo.
Podría haber montado un espectáculo pero sólo he mini gritado un par de veces mientras sacudía mi mano. La pobre cucaracha ha caído al suelo super desorientada, tan desorientada que ha caminado un poco más y ella misma se ha puesto panza arriba.
Ahí la he dejado mientras salía de la cafetería pensando que por qué yo, por qué a mí, porelamordediosbendito, por qué? Yo, que ni siquiera puedo huir de forma digna porque al no ver bien me doy con todo..
Vamos a ver, universo, un poquito de por favor...
[Descripción de la fotografía: vista de la Rambla de Catalunya casi desierta tomada desde su cruce con Consell de Cent]
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