Mitos

Lo malo que tiene conocer a los mitos es que corres el riesgo de que se te caigan al suelo con más facilidad de la que tuvieron para subir al pedestal... eso es lo que estuvo a punto de pasarme a mi el fin de semana pasado.


Vale que en parte fue culpa mía, porque por una razón u otra no empecé nada bien el viernes... aún así, reconozco que encima de un escenario soy otra: las inseguridades quedan fuera, junto con la ropa de calle y las gafas; en cuando piso el escenario sólo cuenta vivir lo que bailo y como lo que bailo me vuelve loca no hay problema. En primera fila tenía a mis supernenas: Amina, Naida y MaríaLuján y a amigos de los que sólo con ver ya te provocan la sonrisa. Les vi a todos desde bambalinas, mientras observaba cómo mi mito bailaba.. saber que esa primera fila estaba ocupada por todos ellos me dió vida. Tener a mis compañeras de Al-Ahad, Hydrus y Nur compartiendo velada también ayudó mucho..


Mi mito entró el viernes en mi vida con gesto serio y sin decir ni una palabra; las dos ensayábamos frente al espejo como si la otra no estuviera allí y cuando me sonrió al cruzarnos más tarde en la escalera casi me dio miedo.. cosas del maquillaje!!! Compartimos improvisación con ella y alguna foto al final.. justo después de haberme salvado por los pelos de lesionarme gravemente, descuajeringarme o algo peor al volver al escenario tras haber bajado a saludar a conocidas.


Me fui de allí pensando que a los mitos, mejor tenerlos lejos, bien lejos... el sábado festivo se resintió del viernes de decepción. Mi mito llegó y ni saludó cuando una compañera la saludó... soy de las que admite que los demás pueden ser muy tímidos, pero que la timidez no tendría que estar reñida con la buenaeducación, así que el gesto (o la carencia de él) me molestó.. El taller fue básico pero muy bien explicado, e incluso durante una hora o así hice de traductora de sus explicaciones para las chicas que no entendían inglés... Hay algo que no se le puede negar: es la mejor, le sale por todos sus poros..


El domingo fue diferente, llegó relajada, sonreía.. se pasó todo el taller bromeando, disfrutaba... se me hizo corto a pesar de que poco nuevo aprendimos. Salí de allí llena de espíritu tribal, de ganas de seguir en esto, de ganas de saber más, de transmitir más, de dar más.. mientras volvía en bus a casa sólo pensaba que era una lástima que el curso no hubiera durado una semana: cuántas cosas habríamos podido aprender! Aunque no sonriera nunca me ha dado muchísimo sin ni siquiera saberlo, así que qué más da..


No cambio por nada el haber conocido a Carolena Nericcio, el haber estado al lado de la inventora de una manera de bailar que me da oxígeno puro.. pero tampoco podré olvidar su cara los dos primeros días, al menos de momento. Me quedo con muchas cosas que dijo y que yo había usado ya con mis alumnas sin saber que ella lo utilizaba, me quedo con su sonrisa relajada cuando nos cruzábamos el domingo.. y me quedo con las ganas de permitirme el lujo de ir a estudiar con ella y sacarme el título.. mmmm lo pediré en el próximo solstico..